Dr. Hermes A. Pelayo

Radiofrequencia

$70 usd por sesión

Ciplastic | Radiofrecuencia

¿Qué es la radiofrecuencia?




Radiofrecuencia es un término que se refiere a la velocidad de oscilación de una corriente eléctrica o un campo electromagnético en el rango de 20 kHz a 300 GHz. Las ondas de radiofrecuencia se utilizan para diversos fines, como la comunicación, la radiodifusión, el radar y los tratamientos médicos.

Acerca del procedimiento de radiofrecuencia



Un procedimiento de radiofrecuencia es un tipo de tratamiento médico que utiliza ondas de radiofrecuencia para calentar y destruir tejido anormal o no deseado en el cuerpo. Los procedimientos de radiofrecuencia pueden utilizarse para tratar afecciones como dolor crónico, trastornos nerviosos, varices, tumores y lesiones cutáneas. Los procedimientos de radiofrecuencia suelen realizarse en una clínica u hospital por un médico o técnico cualificado. El procedimiento consiste en insertar una aguja fina o una sonda en la piel o el cuerpo y administrar energía de radiofrecuencia a la zona objetivo.

El procedimiento puede durar de unos minutos a unas horas, según el tipo y el tamaño de la zona tratada. El procedimiento puede requerir anestesia local o general, sedación o analgésicos, según el estado del paciente y sus preferencias. El procedimiento puede causar algunas molestias, como sensación de quemazón u hormigueo, pero la mayoría de las personas lo toleran bien.

Recuperación por radiofrecuencia



El tiempo de recuperación de los procedimientos de radiofrecuencia varía en función de la persona y del alcance del procedimiento. Por lo general, el paciente puede esperar tener algo de dolor leve, hinchazón o hematomas durante los primeros días o semanas. El paciente debe evitar cualquier actividad extenuante y seguir las instrucciones del médico para el cuidado de la herida y la medicación. El paciente puede volver al trabajo al cabo de unos días o semanas, dependiendo de la naturaleza del trabajo. Los resultados finales de la intervención pueden tardar unos meses en aparecer, a medida que el organismo cicatriza y elimina el tejido muerto.

¿Es usted el candidato adecuado para una radiofrecuencia?



Puede ser un buen candidato para la radiofrecuencia si padece una afección que puede tratarse con ondas de radiofrecuencia, como dolor crónico, trastornos nerviosos, varices, tumores o lesiones cutáneas. También debe gozar de buena salud, tener expectativas realistas y comprender los riesgos y beneficios del procedimiento. Sin embargo, la radiofrecuencia puede no ser adecuada para todo el mundo. No debe someterse a radiofrecuencia si padece alguna de las siguientes afecciones o situaciones:

  • Una infección activa, inflamación o fiebre.
  • Un trastorno hemorrágico o antecedentes de coágulos sanguíneos.
  • Una afección cardiaca o un marcapasos.
  • Un tumor maligno o cáncer.
  • Embarazo o lactancia.
  • Una alergia a cualquiera de los ingredientes de los productos de radiofrecuencia.
  • Debe consultar con su médico antes de someterse a radiofrecuencia para determinar si es segura y eficaz para usted.

Preguntas frecuentes

En Ciplastic, el costo inicial de un procedimiento de Radiofrecuencia es de $70 usd por sesión. Su costo final dependerá de sus necesidades individuales específicas.

Los procedimientos de radiofrecuencia no son una solución permanente, ya que el tejido tratado puede volver a crecer o puede desarrollarse tejido nuevo con el tiempo. Sin embargo, los procedimientos de radiofrecuencia pueden durar varios años, dependiendo de la persona y de la afección tratada. Para mantener los resultados, es posible que tenga que someterse a tratamientos de seguimiento una o dos veces al año.

Los procedimientos de radiofrecuencia suelen ser seguros y eficaces cuando los realiza un profesional cualificado y con experiencia. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, conllevan algunos riesgos y posibles complicaciones. Entre ellas se incluyen:

  • Dolor, hinchazón, enrojecimiento o infección en el lugar del tratamiento.
  • Cicatrices, lesiones nerviosas o cambios en la sensibilidad o la función.
  • Sangrado, hematomas o coágulos de sangre.
  • Daño orgánico o perforación.
  • Reacción alérgica a los productos o al dispositivo utilizado en el procedimiento.
  • Raramente, quemaduras, lesiones cutáneas o cambios en la textura o el color de la piel.

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